El pase natural es el pase clásico
por excelencia, y es aquel que da salida al toro por el mismo lado de la mano
con la que el torero sostiene la muleta.
El torero cita al toro colocando
la muleta hacia la cara del toro, adelantando una pierna y metiendo el pecho. Una
vez el toro embiste, el torero abre la muleta trazando un cuarto de círculo, para
tratar de alargar lo máximo posible la embestida.
Si el pase está bien ejecutado y
el toro responde, un pase natural puede ligarse con otro, y otro… (lo que se llama
Torear por naturales) de forma que el toro va siguiendo los semicírculos que el
matador traza con la muleta en torno a él.
Una tanda de naturales suele culminar casi siempre con un
pase de pecho.
La altura a la que el torero coloca la muleta a la hora de describir un
natural, responde a tres variantes. Torear por alto, si lo hace por encima de
la cabeza del toro, en redondo si lo hace por delante de la cara, o por bajo,
si sitúa la muleta a una altura inferior a la cabeza.
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