El capote de torear (también llamado capote
de brega) es el icono por excelencia de la tauromaquia, el elemento más
inspirador de todos ellos y el más significativo de este arte.
Es un instrumento (trasto) para
torear, es bastante pesado y está confeccionado en una tela bastante rígida,
con forma de capa. Se usa en los dos primeros tercios de una corrida de
toros, para poner en suerte al toro y para hacer lances artísticos.
Tiene unas dimensiones variables que oscilan entre los 113 y los 123 cm, y su peso también varía entre los 4 y los 6 kg.
La tela en la que se confeccionan
los capotes ha cambiado con el paso del tiempo, y hoy en día la mayoría de
ellos son de nylon o de seda para impedir que se enganche el cuerno del toro, y
la superficie es tratada para darle peso y rigidez, y también para darle peso y
rigidez.
Actualmente es rosa con vuelta de color amarillo (el más frecuente), verde, azul o morado, según la preferencia del torero, y en la parte interna suele llevar sus iniciales o el nombre completo del torero.
El origen del capote de torear lo
encontramos precisamente en su forma, que responde a la forma de una capa de
vestir. Hace muchos años, cuando los caballeros salían a rejonear, utilizaban
sus capas en el lance con el toro, y a partir de ellas se originó el capote que
hoy conocemos como tal.
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